Según la EPA, la ocupación durante el tercer trimestre ha crecido en 69.900 personas, alcanzando los 18.546.800 ocupados. La tasa interanual de variación del empleo es del -1,71%. Un motivo de alegría.
El paro baja en 70.800 personas, lo que sitúa el total de desempleados en 4.574.700. No es para tocar las castañuelas, pero al menos se ha reducido.
Andalucía y Murcia son las regiones con mayores aumentos trimestrales de paro (más de 20.000 cada una). Madrid, Castilla-La Mancha y Baleares son las regiones con mayores disminuciones trimestrales, todas ellas superiores a 16.000 personas. Pero en los 12 últimos meses en todas las comunidades sube el paro, excepto en el País Vasco.
Mientras País Vasco, Cantabria y Navarra tienen tasas de paro inferiores al 13%, Canarias y Andalucía presentan tasas de desempleo que superan el 28%.
Las tasas de actividad oscilan entre el 68,13% de Baleares y el 51,83% de Asturias, con una media ligeramente superior al 60%.
Crecen pues las desigualdades, al crecer el paro en las comunidades en las que ya era mayor. Supongo que consecuencia de la política de reducir la solidaridad entre los españoles.
