domingo, 2 de septiembre de 2012

Sánchez Gordillo y el SAT nos hunden un poco más en la crisis

El diputado autonómico andaluz de IU y alcalde de Marinaleda, el señor Sánchez Gordillo, y su Sindicato Andaluz de Trabajadores, nos hunden un poco más en la crisis. Incluso la campaña de ocupaciones de fincas liderada por Sánchez Gordillo es noticia en el New York Times. Justo cuando más falta hce que los mercados internacionales recuperen la confianza en España, este hatajo de 'trabajadores' (están de vacaciones, de huelga, en paro, o su trabajo es ése?) organiza una marcha en la que asalta supermercados, ocupa fincas y ataca sucursales bancarias. Y todo esto desde un partido, IU, que gobierna en Andalucía, en coalición con el PSOE, envuelto en el escándalo de los EREs fraudulentos.
Este tipo de acciones, descritas en el NY Times así:
'Outmaneuvering the police, hundreds of jobless farmworkers charged through a hole in a fence and turned the manicured gardens of a vacant estate here in Spain’s agricultural heartland into a lively fairground of protest this week. Men more accustomed to working in the fields lounged in the shade beside a pink palace, picnicked on paella and spent a night relaxing. Some even took a dip in the pool.'
producen un impacto negativo en al menos 3 áreas:
Turismo : se imaginan haber pagado una estancia para relajarse en un palacio de lujo y ser visitados por la cuadrilla de Sánchez Gordillo?
Inmobiliaria : automáticamente el precio de todas las propiedades se reduce, puesto que no hay garantías de respeto a la propiedad privada, haciendo la inversión más arriesgada. Tal cómo está el mercado español, cualquier impacto negativo en la demanda internacional va a producir un efecto amplificado.
Seguridad jurídica: si un grupo de individuos, de forma organizada, se dedica a delinquir, y no hay detenciones, quiere decir que no se respeta el Estado de Derecho, y que cada cúal campa por sus respetos, según para qué delitos - en el mismo día en que asaltar un supermercado sale gratis, una pareja recibe una multa de 300 euros por pasear un perrito por la playa a las 9:30 de la mañana, cuando la playa está vacía.
Mientras esta cuadrilla de trabajadores campe en libertad a pesar de sus delitos, la confianza de los mercados en las instituciones españolas se deteriora más y más. Así será muy difícil que salgamos de la crisis.